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Foto del escritorPsicóloga Deborah Godden

Atracones en casa (COVID-19)

Podemos distinguir entre dos tipos de hambre: hambre fisiológica y hambre emocional.

El hambre fisiológica es cuando nuestro cuerpo pide recursos alimentarios. Y el hambre emocional (aunque podemos confundirla con el hambre fisiológica) es la acción de comer para resolver algo que te está perturbando por dentro. En definitiva, comer para “sentirse mejor”, una forma inadecuada de resolver los conflictos emocionales (por ejemplo: debido al aburrimiento, soledad, tristeza, enfado, depresión, culpabilidad, baja autoestima, etc.)

Las emociones potencian la impulsividad, lo que nos puede hacer comer de manera impulsiva sin tener hambre, perjudicando así nuestra salud. Y esto a la larga podría convertirse en un Trastorno de la conducta alimentaria.

Todos tenemos hambre emocional en algún momento de nuestra vida. Para que sea un problema afianzado debe ser constante. Lo que significa que se va instaurando poco a poco.

Debemos por tanto evitar que esta situación difícil por la que estamos pasando todos, afiance una manera incorrecta de resolver la ansiedad (que además se pueda convertir en un problema mayor como es un trastorno).

Pero don’t worry, siempre se está a tiempo de encontrar una solución. Y en este caso, es mejor prevenir que curar.

En primer lugar, es importante distinguir entre ambos tipos de hambre.

Para ello hazte las siguientes preguntas antes de entrar a la cocina a abrir el mueble de las “porquerías”:

  1. ¿Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que comí?

  2. ¿en qué estaba pensando justo antes de venir a por comida?

  3. ¿qué emoción estoy sintiendo ahora?

  4. ¿Qué me está diciendo mi cuerpo?


Si no sabes qué emoción estás sintiendo, mira el la siguiente imagen.

En ella encontrarás todas las emociones posibles. Igual eso te ayuda a resolver el estado emocional por el que estás pasando.

Saber el motivo por el cual buscas la comida, te ayudará, bien a quitarte las ganas de comer en ese momento de gula siendo más consciente de tus actos, o bien el hambre emocional se habrá vuelto un poco más controlable que antes.


Es necesario que hagas este ejercicio cada vez que vayas por comida fuera de las comidas principales (desayuno, almuerzo y cena).


Consejos:


  1. Antes de asaltar la nevera, bébete un buen vaso de agua para calmar esa sensación de vacío. A veces es sed lo que tenemos no hambre. Y en el caso de que fuera el hambre emocional, al sentirte más lleno/a, el atracón será menor.

  2. Ten opciones saludables preparadas por si no te puedes resistir.

  3. Si finalmente decides comer, come despacio (mastica bien y traga la comida antes del siguiente bocado y estando sentado intentando poner todos los sentidos en lo que estas comiendo). Si comes muy rápido la saciedad tardará en llegar, por lo que comerás más. Y comer rápido además te dará la sensación de no haber disfrutado la comida, queriendo tomar algo más para compensar.

  4. No se trata de cuantas calorías como al día, se trata de no comer bajo el impulso de las emociones.

  5. Y lo más importante, escucha a tu cuerpo. Si te dice “ya no tengo hambre” “o estoy muy lleno” Intenta hacerle caso.


Quiero puntualizar que no comer una comida equilibrada en cantidad y variedad de nutrientes en las comidas principales, incrementa los atracones. Puesto que el cuerpo sigue teniendo hambre, lo que hace que te puedas comer algo más de lo normal en una sentada. Por ejemplo, la falta de hidratos genera la necesidad de ingesta de azúcares. Por lo que no comer "hidratos para no engordar" (ESTO ES UN MITO), lo que hace es incrementar la necesidad de algo dulce, que se podría convertir en un atracón de dulces.


Si te resulta imposible controlar el impulso de comer, o piensas continuamente en la comida, tienes una mala relación con la comida porque no sabes cuales son las cantidades correctas, tienes miedo excesivo a engordar y el tema comida es un problema para ti. Echa un vistazo a mi publicación "Cómo saber si tengo un Trastorno de la Conducta Alimentaria"

Estoy a tu plena disposición si necesitas hablar con un profesional, pide una cita online conmigo.

Lo que es importante para ti es importante para mi.

Deborah Godden


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