27 ene 20213 Min. de lectura

Cómo ganar seguridad en uno mismo

Normalmente cuando los pacientes dicen “soy una persona insegura” es porque ven un freno psicológico que no les permite llevar a cabo acciones que sí les gustaría hacer.

Yo hoy voy a hablar de los factores comunes en todos ellos, si esto no te resulta suficiente te recomiendo comenzar terapia psicológica para adaptar esa búsqueda y por tanto esa solución para ti.

1. Lo primero sería hacer desaparecer las ideas preconcebidas sobre "las personas seguras de sí mismas".

Posibles ideas preconcebidas:

Las personas seguras de sí mismas:

- Nunca dudan

- Son capaces de todo

- No tienen miedo a nada

Estar seguro de uno mismo no implica que el mundo desaparece, eres todo poderoso y nada te frena, sin emoción y sin miedo… Así podría ser como la persona insegura lo ve en los demás desde fuera, con ideas preconcebidas sobre la seguridad ( digo preconcebidas puesto que no tiene idea de cómo esas personas a las que califica como seguras se sienten en ese momento).

Ser seguro de uno mismo implica confiar en las propias capacidades a pesar del malestar o la incomodidad que ello te pueda producir, dando por hecho que lo vas a hacer lo mejor que puedas y si no sale tan bien, tampoco pasa nada. Con intentarlo lo mejor que puedas es suficiente.

Es decir, que la persona insegura no solo no confía en sus capacidades, sino que además NO acepta la posibilidad del error.

2. Por lo que en la inseguridad personal también hay un rechazo al sufrimiento.

Es importante aceptar que hacer cierta acción que deseas puede conllevar un esfuerzo emocional y se debe estar abierto a la posibilidad de error.

Y no querer aceptar el error es perfeccionismo (te recomiendo leer el post que escribí sobre el perfeccionismo para completar)

Si la persona perfeccionista se castiga por los errores cometidos, los posiciona como una barrera más “esto no me va a volver a pasar”.

En una vida cometemos muchísimos errores, si los posicionamos todos a nuestro alrededor para protegernos, al final estamos construyendo una cárcel con falsa seguridad.

3. Indaga en tus etiquetas personales a lo largo de tu vida.

Una etiqueta es justamente eso, cuando te etiquetan o te etiquetas. Ejemplo: soy/eres torpe, borde, pav@, listill@, tont@, glotón/a, incapaz, vag@, amanerad@, paranoic@, y un largo etc.

Estas etiquetas pueden ser puestas por nuestra familia, amigos e incluso nosotros mismos. Y existe la posibilidad de que debido a etiqueta puesta, con el tiempo las asumas como tuyas. Y ahí está el peligro, porque esa etiqueta se convierte en limitante:

“si soy torpe no lo voy a intentar porque lo voy a romper seguro”
“no le voy a decir nada a esta persona me vaya a salir una bordería”
“soy tonta, voy a ser incapaz de sacarme el examen”.

Escucha tu discurso interno y corrígelo, TÚ no eres una etiqueta (ver video)

4. Desafíate a hacer algo que está fuera de tu zona de confort habitual.

Ponte un pequeño reto que no sea excesivamente grande. Para saber elegirlo correctamente puntúa ese reto de 0 a 10. Siendo cero nada de malestar realizarlo (ejemplo: ir a comprar el pan) y siendo 10 el máximo malestar que te podría dar (ejemplo: entablar una conversación con un desconocido).

Elige un reto que te suponga un poco de esfuerzo, en el que su puntuación sea un 5 o un 6.

5. Valora el esfuerzo que haces y celebra el haberlo intentado.

¡¡Si esto es algo que nunca has hecho, te recomiendo que esta semana hagas una lista de todos tus logros personales (grandes y pequeños) y lo celebres con alguien cercano!!

Recuerda que somos pensamiento-emocion-conducta. En el momento en que tus pensamientos cambien, tus emociones cambiarán y por tanto tu conducta también.