10 feb 20214 Min. de lectura

Cómo tomar la mejor decisión

Vamos a enfocar el post desde lo opuesto a la mejor decisión.

Los cinco principales enemigos de las buenas decisiones son:

1. LA IMPULSIVIDAD

Tomar la decisión desde la impulsividad hace que solo veamos la cuestión desde un prisma: El prisma emocional.

Con la impulsividad decidimos según nos sentimos, sin llegar a valorar por completo la situación y las variables involucradas.

Y hay veces en que el otro lado del prisma es muy relevante. Como podría ser, volver a una relación amorosa repleta de conductas tóxicas bajo el lema “estoy enamorad@”, gastar una cantidad grande de dinero en un regalo por culpabilidad, o comprar más tabaco del habitual debido al estado emocional deprimido.

2. EL PERFECCIONISMO

Debido a una autoexigencia grande donde no nos permitimos equivocarnos. Porque equivocarnos sería “el fin de los tiempos” y el comienzo de un gran purgatorio lleno de culpabilidad, lo que nos podría llevar también a la evitación.

(Te recomiendo leer, si aún no lo has hecho, el artículo en mi blog titulado “El lado oscuro del perfeccionismo”)

3. LA EVITACIÓN

El miedo a enfrentar las consecuencias que podría conllevar la decisión hace que se posponga la decisión una y otra vez.

Ejemplos: evitar la culpabilidad que crees que sentirías al tomar dicha decisión, evitar cambiar de trabajo porque implicaría buscar otro, no dejar a tu pareja actual porque te da miedo volver a empezar de cero, o evitar tener una conversación importante con alguien por miedo a cómo reaccionará.

4. INFLUENCIAS EXTERNAS

Es decir, confiar más en el criterio ajeno que en el propio. Pensar que los demás no se van a equivocar nunca y tu te equivocas siempre. Y eso amigo mío es estadísticamente imposible. Ni tu te equivocas siempre ni ellos aciertan siempre. No pasa nada con equivocarse y no existe la decisión perfecta.

5. "ESTUDIO DE MERCADO"

Pensar que cuantas más personas coincidan en la decisión, esta será más correcta. Esto tampoco es viable puesto que al final te vuelves dependiente delos demás para tomar las decisiones de tu vida y al necesitar que todo el mundo te aconseje sobre tu vida, "les das el poder de opinar" y luego tendrás que enfrentarte a porqué no hiciste caso de su consejo.

Cuando por cierto los consejos son eso, consejos. No un pacto de sangre.

No olvides que para tomar una buena decisión lo importante es estar seguro de ella. Seguro de la decisión, no de la decisión según las consecuencias.

Si te basas en las consecuencias únicamente para decidir, jamás será la decisión correcta puesto que las consecuencias son variadas e impredecibles. Cambiantes. Y eso te creará inestabilidad “si hubiera cogido la otra opción las consecuencias hubieran sido mejores…”

NECESITAS ESTAR CONVENCIDO DE PORQUÉ TOMAS LA DECISIÓN NO DEL RESULTADO.

Debes saber también que:

NO EXISTEN MALAS DECISIONES SINO DISTINTAS DECICIONES, CON DISTINTAS CONSECUENCIAS.

Cada decisión te llevará por un camino diferente pero SIEMPRE SE PUEDE RECALCULAR RUTA.

Y para finalizar te muestro una fabulosa técnica basada en el modelo de Nezu y D'Zurilla para tomar decisiones y dormir tranquilo jajaja

1. Lo primero es definir cuál es el problema en concreto.

No lo llames problema, llámalo reto.

Mi reto es: _____________

Si defines bien el reto, la mayor parte de la decisión estará tomada. Porque pasamos una situación compleja a términos manejables.

2. Define la finalidad de la decisión.

Que objetivo busco: _______________

O para más facilidad ¿qué quiero conseguir con esta decisión?

3. Busca todas las alternativas posibles a dicha situación.

Qué alternativas tengo: A, b, c, e...

4. Selección de la alternativa.

Para ello debemos fijarnos en los detalles. Haz una cuadrícula para cada opción: Traza una cruz en mitad de un folio dejando que las líneas se crucen perpendicularmente en el centro del folio (es decir, dividir el folio en cuatro partes iguales).

Arriba a la izquierda escribe aspectos positivos a corto plazo, arriba a la derecha aspectos positivos a largo plazo. Abajo a la izquierda aspectos negativos a corto plazo, abajo a la derecha aspectos negativos a largo plazo.

5. Elige la que consideres más correcta.

No la decisión perfecta, si no la que consideres más correcta en dicha situación.

Para ayudarte, pon un punto por cada valoración positiva y resta un punto por cada valoración negativa (haz esto en cada una de las alternativas, es decir, de cada cuadrícula que hayas hecho). Esto te dará (gracias a los números) una orientación hacia la mejor decisión. Pero no te olvides de tus valores.

Que una alternativa tenga mejor puntuación no significa que sea la mejor, antes debes preguntarte si te acerca a tus valores o te aleja de ellos.

Cuando la hayas seleccionado comprométete con la decisión, lo has valorado profundamente confía en tu criterio.

Si te sientes que superar esto es imposible para ti, busca ayuda profesional. Seguro que hay una explicación lógica de la que no eres consciente y te bloquea. No esperes a que se desbloquee sola porque eso no pasará.