Sería incorrecto decir que los psicofármacos son innecesarios, al igual que sería una falacia afirmar que los psicofármacos son la solución a todos tus problemas:
“Me siento ansioso, me tomo un diacepam y listo. Se acabó.” No se acabó, no tendrás los síntomas fisiológicos de la ansiedad (lo cual ayuda) pero la ansiedad sigue en tu vida. No has eliminado el problema.
Los psicofármacos fueron creados para aliviar estados emocionales negativos intensos, controlar delirios, alucinaciones, cambios de humor, etc. Por lo que tienen mucha utilidad, solo hay que ser sabios.
Antes de valorar si en nuestro caso es recomendable tomar psicofármacos debemos entender varias cosas:
1. Nuestro cerebro tiende a buscar su estabilidad siempre:
Por poner un ejemplo: tanto en la depresión como en la ansiedad el cerebro puede presentar carencias de serotonina, dopamina y noradrenalina.
Imagina que vamos al médico de cabecera, y nos receta psicofármacos por esa deficiencia de la que acabamos de hablar. Los tomamos y notamos una mejoría en nuestros síntomas. Mientras tomamos el psicofármaco, no habrá problema. Pero puede que si estamos mucho tiempo haya que ir aumentando la dosis, porque la dosis inicial no hará efecto (debido a que nuestro cerebro busca su propio equilibrio e intentará compensar el exceso de neurotransmisores que hemos estado añadiendo al cuerpo mediante los psicofármacos).
En el caso de que decidamos retirar el psicofármaco, volveremos a tener una deficiencia importante de estos neurotransmisores (más acentuada aún) y el cerebro volverá a buscar el equilibrio, y nos producirá lo que llamamos el síndrome de abstinencia o el “mono”.
Es decir, la retirada del psicofármaco podría producirnos más malestar que antes de tomarlo, si no lo retiramos bajo supervisión de un profesional.
2. Los psicofármacos deben ser complementarios a la terapia psicológica:
Podríamos estar pasando por un duelo, sentir un malestar emocional muy intenso y recurrir, a los psicofármacos para paliar ese estado emocional tan desagradable.
Si nos limitamos únicamente a tomar el medicamento y no resolvemos el duelo, será imposible dejar de tomar la medicación. Pues cuando dejemos de tomarla, volveremos a revivir el suceso de manera muy intensa, porque ese suceso no ha desaparecido y hemos estado todo este tiempo evitándolo.
Los psicofármacos quitan el malestar pero no solucionan el problema, el problema subyacente sigue presente.
En este caso, para pasar el duelo correctamente es necesario (a modo resumido) aprender a vivir sin esa persona, encontrar respuestas a preguntas como “¿y si hubiera hecho tal?”, procesar afirmaciones de culpabilidad tales como “debería haberle dedicado más tiempo” o “fue por mi culpa, si lo hubiera hecho yo, no habría pasado”, y tantas creencias irracionales que no dejan pasar el duelo.
Es necesario trabajar con un psicólogo simultáneamente a la toma del medicamento. Así cuando lo retiremos nos encontraremos mejor. Porque habremos resuelto el problema.
CONSEJOS PARA TOMAR PSICOFÁRMACOS DE MANERA RESPONSABLE:
Empieza primero por ir al psicólogo. La mayoría de los casos no es necesario la medicación. Con terapia a tiempo es suficiente.
Si estás muy mal, coméntaselo a tu psicólogo, él te derivará a un psiquiatra de confianza para que valore qué medicación sería la idónea en tu situación, pues hay casos en los que sí es necesario tomar psicofármacos (como por ejemplo el Trastorno de Bipolaridad). Pero insisto no dejes la terapia psicológica, es igual de necesaria que el fármaco (aunque este te haga sentir mejor).
Nunca, nunca, te automediques o dejes de tomar la medicación a tu antojo. Pregúntale a tu psiquiatra. Tanto para empezar a tomar, como para dejar de tomar correctamente un psicofármaco, es necesario el consejo de un profesional.
Es más, no deberías tener secretos con tu psiquiatra, coméntale si estás tomando otro tipo de sustancia, como por ejemplo marihuana, pues esta podría interaccionar con el psicofármaco. No tengas vergüenza ni miedo, tu psiquiatra únicamente tendrá en cuenta ese dato para recetarte lo que mejor te vaya a funcionar, evitando interacciones nocivas para tu cuerpo.
Espero que este post te haya gustado y servido para clarificar los mitos sobre los psicofármacos.
Estoy a tu plena disposición, si necesitas hablar con un profesional, pide una cita online conmigo.
Lo que es importante para ti es importante para mi.
Deborah Godden
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