Los celos son una respuesta emocional que se produce cuando la persona percibe una amenaza hacia algo que considera suyo.
Los celos son algo así como un aviso. Pero que te llegue ese aviso no significa que sea real.
Sentir celos en algún momento es normal, puesto que esa persona es importante en tu vida. Ahora bien, eso de que “los celos son una expresión de amor”, quítatelo de la cabeza. Los celos constantes son más bien debido a la desconfianza en la pareja, a una obsesión por control y a una baja autoestima.
Imagínate que vives en una casa en mitad de un campo, y has puesto una alarma con sensor de movimiento en la entrada por si entran a robar. Y una noche suena. ¿Qué haces? Vas y compruebas que ha sido, te das cuenta de que fue un gato, y te vuelves a dormir. Porque sabes que si vuelve a pasar algo, la alarma volverá a avisarte. No te quedas allí vigilando toda la noche.
Pues los celos son algo parecido. Te avisan de que algo “no va bien” pero debes comprobar si esos hechos son reales o no. Y con comprobar no me refiero a revisarle el móvil e interrogar a tu pareja a ver si tu sospecha era real. Si no a racionalizar tú mismo interiormente esa situación.
La mejor manera de hacerlo es pensar en tercera persona. Ejemplo:
Situación hipotética: Mi pareja recibe una llamada de un compañero/a de trabajo, y se tiran una hora hablando por teléfono entre risas.
Razonamiento interno: ¿Es normal que alguien con pareja tenga amigos/as y reciba llamadas alguna vez? Sí. ¿Qué le diría yo a mi amigo/a si me contará que su pareja recibió una llamada de un compañero/a de trabajo y estuvieron una hora hablando? Que es algo normal.
Entonces llegamos a la conclusión de que estamos ante una situación normaliza, por lo tanto apagamos el sensor de los celos.
También existen situaciones que no podemos controlar.
Y en las que debemos confiar 100% en nuestra pareja. No por sobreprotegerla más, vamos a evitar esas situaciones.
Situación hipotética: Mi pareja sale de fiesta, y se le acerca una tercera persona flirteando. A los 15 minutos esta persona se va. Yo lo he observado todo desde la otra esquina de la fiesta con mis amigos/as.
Razonamiento interno: A mi también se me puede acercar alguien en una situación similar, y no puedo evitarlo.
Entonces llegamos a la conclusión que son situaciones que pueden ocurrir a cualquier persona. Tu pareja no ha buscado necesariamente esa situación. No puedes controlar que se le acerquen personas con malas intenciones. Pero sí puedes confiar en que tu pareja. Pues si ocurre una infidelidad no es porque alguien se le acercó, es porque tu pareja lo permitió.
Tu pareja es una persona adulta, y sabrá como salir de esa situación, por amor a vosotros dos.
La fidelidad es cosa de dos y tu eres responsable de lo que tú haces, y tu pareja es responsable de lo que ella hace. Así que, confía en ella. Si no la agobiarás y estropearás la relación por querer controlar cosas que son imposibles.
Nuestra pareja también puede equivocarse.
Situación hipotética: Cada vez que vamos a un evento social, habla con los demás y yo parece que no existo. Me siento abandonado/a en bodas, cumpleaños, fiestas, etc…
Razonamiento interno: Es verdad que en una fiesta debo compartir a mi pareja con el resto de los invitados, y me parece bien, pero me siento solo/a cada vez que estamos en una de estas situaciones.
Entendemos que no podemos pedirle a nuestra pareja que esté 100% encima nuestra, pero sí que nos merecemos un poco de atención por su parte.
Nuestra pareja puede no estar dándose cuenta de esto, así que antes de sacar conclusiones “no le importo”, “no me quiere”, “pasa de mí”, “le gusta más aquella chica”, etc… deberíamos exponer nuestro punto de vista.
Cómo exponer nuestra manera de ver las cosas sin atacar:
Buscar un lugar tranquilo y en el que los dos estéis a gusto (no en el calor de una conversación importante o en un mal día)
Decir que esta conversación es para comentarle algo y que podáis crecer como pareja. Y que en ningún momento quieres que se sienta atacado/a.
Explicar que fue lo que pasó
Qué te hizo sentir
Qué te gustaría que hiciera la próxima vez (este punto es importante, pues nuestra pareja puede sentirse perdido al no saber que hacer con los sentimientos previamente expresados. En este punto, quitamos estrés y le damos la solución que necesitamos).
Estoy harto, esta situación es recurrente.
Si son situaciones recurrentes que te generan desconfianza habla con tu pareja de la misma forma que he mencionado justo a arriba.
En una relación sentimental saludable, tu pareja será participe en la conversación y sentirás alivio una vez hayas hablado con ella.
Pero si después de la conversación acabas peor que cuando la empezaste, sin solución y más peleados, con la sensación de que nunca puedes hablar con el/ella. Sería bueno buscar ayuda profesional para descubrir si las discusiones recurrentes son por falta de comunicación activa por parte de ambos o porque estás en una relación tóxica.
Una pareja sana te escucha no te hace sentir como que estás loco.
Si al acabar de leer el post sientes miedo a que la relación con tu pareja se acabe, échale un vistazo al post de la semana pasada sobre dependencia emocional.
Estoy a tu plena disposición, si necesitas hablar con un profesional, pide una cita online conmigo.
Lo que es importante para ti es importante para mi.
Deborah Godden
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