15 oct 20193 Min. de lectura

Cómo saber si tu relación de pareja es tóxica:

Lo más seguro es que lo sepas, pero no quieras aceptarlo. Pues eso significaría tomar una decisión (probablemente dolorosa para ti). Pero con estos ejercicios, si tenías alguna duda, lo vas a saber SI o SI.

Al margen de la dependencia emocional (clic aquí para leer el post sobre dependencia emocional), hay unas ideas básicas, erróneamente marcadas en la sociedad, que no ayudan nada a nuestras relaciones actuales. Y lo primero que vamos a hacer es desmentirlas:

1. Amar no es sufrir. Las relaciones interpersonales tienes roces y diferencias. Pero no es un estado de sufrimiento continuo.

2. Tu sanidad no está en la otra persona. Otra persona no te hará más feliz. Bueno si, hasta que te deje.

Buscar sanar nuestras heridas en otros es un error. Al igual que pagar con otros el daño que nos hicieron en el pasado.

Para tener una buena relación debes estar bien contigo mismo. Acude a terapia, soluciona tus problemas y encuentra una persona sana.

Buscamos continuamente gente sana, pero ¿y si fueras tú el que no está sano? Sería una pena estropear esa relación.

3. Amor no es estar a la espera de algo. No esperes las migajas de otra persona. Estar contigo no debe ser un esfuerzo, debe ser un placer. Si parece que tu pareja te está haciendo un favor por pasar tiempo contigo. No te valora como te mereces.

4. Los secretos entre la pareja no es normal. Cada uno tiene derecho a tener su espacio personal y su intimidad. Pero la transparencia es una cualidad indispensable en una relación.

5. Sentir amor no es suficiente. Con la idea de buscar amor, pasamos por alto que la pareja debe tener otras muchas cualidades importantes. La atracción física no es un indicador absoluto de una buena relación. Si necesario (tu pareja te debe atraer) pero son importantes muchas más cosas como el respeto, la transparencia, la reciprocidad, etc.

6. No puedes cambiar a tu pareja. Olvídate de cambiar a nadie.

Nadie compra una nevera que enfría poco y dice “voy a esperar unos meses a ver si se arregla sola y enfría más”. No señores, tienes lo que ves. Lo tomas o lo dejas.

7. El tiempo no lo cura todo. El tiempo ayuda a tomar distancia con la situación pero no sana las heridas. Volvemos al punto 2: Busca tu sanidad. Tu salud emocional debería ser una prioridad en tu vida. ¿no te gustaría saber llevar situaciones estresantes de otra manera?¿no te gustaría sentir que otros no controlan tu vida ni tus emociones? Eso solo se consigue a través del trabajo contigo mismo.

Bien, ahora vamos a hacer dos ejercicios:

(coge un par de folios y un bolígrafo)

1. Escribe en un papel tu historia con tu pareja.

Este ejercicio no es para contarte lo bueno que el/ella es, o recordar buenos momentos. Este ejercicio es para que cuentes como va la relación hoy. Con todo. Bueno y malo. Una vez hecho esto, fírmalo con el seudónimo “María” o “Francisco”.

2. Responde a las siguientes preguntas:

¿Cuáles son mis valores para una relación? (es decir que creo que debe tener una relación amorosa de manera indispensable)

¿En esta relación vivo acorde con mis valores?
¿Mi pareja tiene valores parecidos o iguales a los míos?
¿Mi pareja me respeta?
¿Mi pareja se preocupa por mí? ¿me cuida?
¿Siento que mi pareja está a mi lado en los momentos difíciles?
¿Mi pareja confía en mí?
¿Hablamos a diario de lo que nos pasa?
¿Tenemos un proyecto común?
¿Mi pareja me suma?
¿Mi pareja me prioriza y me tiene en cuenta?
¿Mi pareja me demuestra que me quiere?
¿Estoy satisfecha en esta relación?
¿Fluye el amor en mi relación?
¿Siento tristeza en mi relación?
¿Estoy siendo yo mism@?

Instrucciones:

No repases lo que has escrito y mete estos dos ejercicios en un sobre, ciérralo y mándatelo por correo.

Cuando la carta te llegue, vas a imaginar que te la manda tu amiga “María” o tu amigo “Francisco” para contarte la situación con su pareja. Léela y responde a la siguiente pregunta:

¿Qué le aconsejarías a tu amig@?

Estoy a tu plena disposición, si necesitas hablar con un profesional, pide una cita online conmigo. Lo que es importante para ti es importante para mi.

Deborah Godden